El de Vizcaya se encontró una. Cuando la probó, lejos la y al panadero le pegó. La mujer se asustó al ver que su marido se desmayó. Arrepentida quedó, porque el noble gritó a su hijo : "¡ por un médico!". Cuando el niño al médico halló, una confesión le : "médico no soy yo"; de inmediato, contra él, el niño se : "¡ladrón, bufón y estafador!", le gritó. A casa, sin médico volvió. A su madre le contó y ella, , le respondió: "la será de tu padre la salvación". Cuando la halló, en un la metió y con agua la mezcló. Esperar a que la planta hablara, para que a su padre salvara