contestada

Un relato de intervención directa en Trabajo Social Familiar
Cecilia y su familia
Cecilia es una niña de 14 años, que ingresó al Tribunal a solicitud de sus padres que solicitaban
internación por abandono de hogar y hurto. Después de haber llevado a cabo las visitas domiciliarias y
entrevistas necesarias, se logró realizar una evaluación de la situación familiar de ésta, descubriendo
que el abandono de la niña aparecía como manifestación o síntoma de un tipo de abandono previo por
parte de sus padres y del contexto en que ésta se había desenvuelto en el transcurso de su vida. Cecilia
es hija legítima de un matrimonio que se separa cuando ella tiene 7 años. Desde que nace habita en el
hogar de su abuela materna, primero junto a sus padres y posteriormente, cuando su madre se separa e
inicia una nueva convivencia, es entregada al cuidado de su abuela. En ese hogar la niña habría sido
víctima de violación desde los 8 años por parte del conviviente de su abuela y de maltrato físico y
psicológico por parte de ésta. A los 10 años se integra al nuevo hogar de su madre, quien ya tiene otra
hija nacida de la convivencia. La relación que establece la madre con la niña es de tipo simétrica, sin
límites claros, dando cuenta de una autoridad materna debilitada, atribuida por la madre a la constante
interferencia de la abuela en su rol parental. Debido a la escasa diferencia de edad de la madre
biológica y la hija, éstas aparecen en una situación jerárquica confusa, donde ambas pueden
considerarse "hijas de esta abuela autoritaria. Esta situación de descontrol y de abandono por parte de
su madre, unido a un padre ausente, pero muy significativo, determina que la menor comience a
presentar conductas mal adaptativas a su contexto familiar, tales como mal rendimiento escolar,
rebeldía y gran fusión con grupos de pares. Presenta características de personalidad que dificultan una
relación fluida con las personas. Manipula y miente habitualmente, lo cual le ha hecho perder
credibilidad ante sus familiares. Está habituada a mantener una actitud de víctima ante los demás
(amigos, profesionales, etc.), y tiene serias dificultades para establecer relaciones interpersonales, más
bien prefiere el aislamiento en la familia. Estas características dicen relación, obviamente, con la etapa
del ciclo vital que ella está atravesando (adolescencia) y con las experiencias traumáticas vividas, que
la hacen tener una actitud de sospecha, reaccionando de las maneras descritas hacia todo aquel que se
acerque a ella por temor a ser dañada. Ella manifiesta en conversaciones no sentirse amada, cuidada,
protegida ni valorada. Más bien está esperando que se burlen de ella y que le fallen.
Mantiene una actitud de desconfianza hacia todos sus parientes. Sus relaciones de intimidad, de
confianza y de apertura son sus amigas y una prima. Cecilia permanece la mayor parte del día en la
calle, lo cual desencadena en su fuga del hogar. Al irse de su casa, la niña deserta del sistema escolar y
se refugia en la residencia de la familia de una amiga suya. Frente a esta crítica situación, su núcleo
familiar directo, entendido como su madre, padrastro y hermana menor, reaccionan con gran angustia y
una ansiedad no manejada, caracterizada por la sensación de que la situación de la niña ya no es posible
de controlar a través de los esfuerzos habituales y desbordando su capacidad para resolver sus
problemas y conflictos por sí mismos. El colegio, ante la situación de la niña, hace primar los factores
formales de asistencia y rendimiento, impidiendo el reintegro de la menor al establecimiento con
posterioridad al abandono de hogar, lo que aumenta la angustia familiar. Es por este motivo que
concurren al Tribunal, para declarar que Cecilia había abandonado el hogar porque habría sido
sorprendida efectuando un robo a un familiar. Frente a esto, buscan una solución institucional a la
situación y solicitan que la menor sea internada en un Hogar de Protección Simple. Ante la petición que
hacen al Tribunal, la trabajadora social decide intentar rescatar y potenciar los recursos internos o
externos con que cuenta la familia, con el fin de generar una alternativa de no-internación de la niña,