¿Un nombre o una leyenda?

El primitivo pueblo de Nuestra Señora de la Candelaria “Nuestra Señora de la Candelaria como se le llamó a Mayagüez en 1760 es también conocido como La Ciudad de las Aguas Puras y La Sultana de Occidente.

Se le llama Ciudad de Aguas Puras porque su nombre Mayagüez significa lugar de mucha agua, esto debido a su majestuoso Río Yagüez, sus numerosos arroyos y riachuelos y también es llamada la Sultana de Occidente. Hay al menos dos leyendas que explican por qué. El que sigue es el que más me gusta.

Una bella india, que vivía en la zona de Yagüeca, era admirada por todos por su extraordinaria belleza. Tenía un cuerpo ondulado, ojos verdes y cabello negro lacio. Amaba apasionadamente al indio Yagüex, y ambos se habían prometido amor eterno.

Un día, mientras la linda india caminaba cerca del río, un general español la vio y se enamoró completamente de su belleza. El general la nombró Gran Sultana. En ese momento, decidió que quería al indio solo para él. Habló con sus hombres sobre ella y les ordenó que se la trajeran y mataran a cualquiera que intentara detenerlos.

Esa noche, Yagüex y su amada estaban en su caney cuando de repente apareció el indio Guanaxiba para decirle a Yagüex que los extraños estaban cerca y que estaban matando a todos y destruyendo todo. Yagüez se enojó. Quería pelear. Guanaxibo le dijo que si peleaba se iba a morir, y su amante iba a ser violada y se iba a convertir en esclava.

Yagüez estaba lleno de rabia, pero al verse cara a cara con su destino, perdió toda la ira. La bella Sultana lo miró fijamente. Ella no quería convertirse en una esclava; ella prefirió morir junto a él convirtiéndose en un río o una montaña. Yagüez se arrodilló y oró. Su oración de parte de él fue respondida. De repente, una figura con una túnica blanca descendió de una colina y los tomó de las manos. La Sultana se convirtió en un rosario de pétalos que se dispersó por las montañas. Cada pétalo o fragmento de su cuerpo se convirtió en arboleda y bosque. Yagüez fue arrojado desde lo alto de un precipicio y se transformó en un río grácil e imponente.

Dice la leyenda que de esta manera Yagüez se convirtió en el apuesto y eterno guardián que protege a la Gran Sultana: "El Cerro de las Mesas" o Flat Top Hills.

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