La corteza terrestre está dividida en varias placas rígidas independientes, que flotan y se
mueven sobre el material plástico del manto (astenosfera). Los bordes de estas placas constituyen por lo general zonas de gran actividad tectónica y/o volcánica. Así, la colisión de las placas da lugar a la formación de las grandes estructuras de relieve, como la cordillera de los Andes (choque de las placas de Nazca y de Sudamérica). La divergencia de las placas crea a su vez zonas de debilidad en la corteza terrestre, lo que facilita el ascenso del magma y la formación de las dorsales o cordilleras oceánicas.
El centro de las placas constituye en cambio zonas de gran estabilidad, donde los temblores y/o volcanes son muy raros. En consecuencia, mientras más cercana esté una zona de los bordes de una placa

a) mayores serán sus riesgos de presentar volcanes y movimientos sísmicos.

b) más inundada de corrientes fluviales y lluvias fuertes se verá

c) menores serán los avances científicos y tecnológicos que pueda desarrollar

d) menos probables serán las erupciones volcánicas y los desastres causados por temblores y terremotos