contestada

TERCERA FOTOGRAFÍA
La última fotografía era la más horrible de todas. No se podía adivinar su edad, aunque parecía
tener algunas canas. Estaba en una habitación muy deteriorada; se veía con claridad que la pared
se estaba desmoronando en tres lugares. Esta vez no sonreía, ni tampoco tenía expresión alguna.
Sentado en una esquina, se calentaba las manos en un pequeño brasero. La fotografía producía la
impresión lúgubre de que estaba muriendo. Era espeluznante. Y no sólo esto. El tamaño del rostro
en la imagen me permitió observar sus facciones con detalle; la frente era normal y sus arrugas
también, así como las cejas, los ojos, la nariz y la barbilla. Aaah..., no era sólo que el rostro no
tuviera expresión; tampoco producía ningún tipo de impresión. No poseía características propias.
Al cerrar los ojos después de ver la fotografía, el rostro desaparecía de mi memoria. Podía
recordar la pared y el pequeño brasero; pero la impresión del rostro se había borrado y no había
manera de recordarla. Nunca podría pintarse un retrato de él. Tampoco hacerse una caricatura. Ni
siquiera existiría la satisfacción de, al abrir los ojos, poder exclamar: «¡Ah, era así el rostro!». Para
expresarlo de la forma más extrema, al abrir los ojos y observarlo de nuevo, tampoco conseguía
reconocerlo. Me resultaba fastidioso, irritante hasta el punto de hacerme apartar la mirada.
Incluso una máscara de muerte sería más expresiva y causaría más impresión. Me
pregunté si el colocar la cabeza de un caballo de carga sobre un cuerpo humano produciría una
sensación tal. En fin, mirarlo me provocaba un escalofrío de repugnancia. Nunca hasta entonces
había visto un rostro humano tan extraño.

Me ayudannn es hacer un dibujo con esta descripción

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