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No podemos ver a todas las bacterias como una amenaza porque muchas de ellas son beneficiosas o neutrales para los seres humanos y el medio ambiente. De hecho, la mayoría de las bacterias son inofensivas o incluso necesarias para funciones vitales, como la digestión, la producción de alimentos y la descomposición de materia orgánica. Solo un pequeño porcentaje de bacterias son patógenas y pueden causar enfermedades en los seres humanos. Por lo tanto, aunque algunas bacterias pueden representar una amenaza para la salud, no todas lo son, y es importante reconocer el papel diverso que desempeñan en la naturaleza.