El equipo económico del gabinete presidencial, desde el sexenio de Miguel de la Madrid hasta la fecha, ha ido reduciendo radicalmente la presencia del Estado, vendiendo cerca de 1,300 empresas que eran de su propiedad. Esta decisión obedece a los principios de una Teoría que, en la actualidad, es casi de aplicación universal y que establece que el equilibrio económico se debe dejar al libre juego de la oferta y la demanda.