El estado de emergencia: otro golpe al turismo El turismo ha soportado duros golpes en los últimos años. La pandemia, un Gobierno incapaz y, luego, las protestas violentas del sur del Perú son claros ejemplos. Recuperar la confianza en el destino Perú ha sido muy difícil, ya que diversos países emitieron alertas de viaje (travel warning). Por meses se trabajó con la Cancillería, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo y el sector privado para levantarlas y mostrarle al mundo que somos un destino seguro, pero no se aprendió nada. Ahora, el Gobierno le da un nuevo golpe al turismo, a través de las declaratorias de estado de emergencia, con la (falsa) excusa de resolver la inseguridad ciudadana. No obstante, países como Reino Unido emitieron alertas de viaje para nuestro país a raíz de ello. El turismo es un motor de desarrollo económico y social descentralizado. De él dependen cientos de miles de familias en el Perú, principalmente pymes, como hospedajes, restaurantes, agencias de viaje, artesanías, transporte y otros. Todos estos emprendedores sufren porque el turismo aún no recupera los niveles prepandemia. Entre enero y agosto, han llegado solo 1.6 millones de turistas internacionales al Perú, la mitad (52.7%) que en el mismo periodo de 2019. En 2022, el turismo interno y el receptivo estuvieron un 44% y un 54% por debajo del nivel prepandemia, respectivamente. El PBI de restaurantes y alojamientos en el primer semestre del año fue un 13.3 % menos que en el mismo periodo de 2019. Estos negocios, principalmente pymes, siguen muy golpeados. Hoy estos emprendedores reciben una nueva estocada. No existe una estrategia para combatir la inseguridad ciudadana que sufre nuestro país, así que el Gobierno anuncia la declaratoria de emergencia de varios distritos de Lima y de Sullana-Piura. Esta es una medida para la foto, para buscar popularidad y aprobación de la ciudadanía, pero que poco o nada hará para combatir la delincuencia, la extorsión y el sicariato. Por el contrario, afectará al turismo y a nuestra ya débil economía. Se sigue inclinando la cancha para la recuperación del sector, pues esto afecta la confianza en el destino, llegarán menos turistas por las alertas de viaje y miles de trabajadores de restaurantes; por ejemplo, perderán sus empleos o verán reducidos sus ingresos. ¿Se solucionará el problema de inseguridad ciudadana? El Callao tuvo 315 días de estado de emergencia en 2022, ¿y qué pasó? Ya en dicha ocasión, la Defensoría del Pueblo manifestó su preocupación sobre continuar con "una medida que (...) no ha contribuido en resolver los problemas de fondo y las causas de la inseguridad, manteniendo la suspensión del ejercicio de derechos y libertades personales". Como lo indicó también el exministro del Interior, Carlos Basombrío, lo que se necesita es mayor inversión en inteligencia y capacidad operativa de la Policía para desarticular las organizaciones criminales. Medidas como el estado de emergencia ya han sido utilizadas y no frenaron la delincuencia, sino que esta siguió aumentando. Urge resolver el grave problema de la inseguridad ciudadana. Pero debe hacerse con una estrategia clara, no con anuncios como este que no solo no resuelven nada, sino que afectan a cientos de miles de emprendedores y al sector turismo. ​

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