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Más de dos años después de iniciada la pandemia por la Covid 19, la mascarilla sigue siendo, pese a su pérdida de obligatoriedad ya en muchos sitios, un accesorio más en la vida; pues, todavía son imprescindibles en la labor sociosanitaria. Por ejemplo, para el interior de centros de salud, para el trabajo, para el bar, para el transporte público, etc. Por eso, es importante saber sobre el fin de las mascarillas. ¿En qué circunstancias se debe seguir llevando una?, ¿pueden imponerla en los centros de trabajo?, ¿se debe seguir usando si se tiene Covid?, ¿qué pasa si hay personas de riesgo en una clase? Sea como fuere las mascarillas han influido y mucho en la salud salud general de las personas; y, han traído cosas buenas, pero otras no tanto.

Los expertos alertan que el uso de la mascarilla como prevención al Covid está provocando el empeoramiento de afecciones cutáneas en la población. Si bien han servido para mejorar algunas patologías respiratorias muy frecuentes como la alergia; también, han empeorado o propiciado otras como la dermatitis atópica, la dermatitis de contacto o el acné. De hecho, el uso de la mascarilla está provocando el empeoramiento de problemas de la piel, como la rosácea; una enfermedad inflamatoria crónica que, como explican los expertos médicos, se caracteriza por episodios transitorios de rubor, enrojecimiento, capilares dilatados muy visibles, pápulas y granitos, que recuerdan a los del acné adolescente. En ocasiones, pueden durar semanas o meses.

Por otro lado, no todo es negativo, pues está probado que las mascarillas protegen del aire frío en otoño e invierno y evitan enfermar de resfriados y catarros, contagiarse de gripe o alergias y de enfermedades como la tuberculosis. Estadísticamente se viene demostrando que hay menos resfriados y para atestiguarlo nada mejor las propias farmacias, cuyos dueños mencionan: “no estamos vendiendo antigripales, ni antitusivos, ni fármacos para curar el resfriado común. La gente no se resfría porque haga frío sino por contagio de virus y bacterias que entran a nuestro organismo, principalmente, por vía nasal. Vale decir, que al tener una mascarilla que nos protege, esos contagios están disminuyendo. Nosotros en la farmacia lo notamos”, manifiesta la farmacéutica Sandra Pérez, en un medio de comunicación nacional. Esto significa que el uso generalizado de mascarillas por la población provoca un descenso evidente en las afecciones respiratorias más comunes que se constata en diferentes sectores sanitarios.

Asimismo, sobre los efectos de la contaminación, Germán Peces Barba, vicepresidente neumólogo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) manifestó en una publicación médica oficial que la mascarilla «filtra las partículas y va a suponer que se inhalen muchas menos del ambiente contaminado». «Lo único es que deberíamos llevar muchos años la mascarilla, porque la contaminación no es como un virus, es algo lento, progresivo y acumulativo», añade. Y continúa: «Es posible que la imagen que solo veíamos antes de la pandemia en países orientales pase a ser algo más cotidiano aquí y que perdure, sobre todo en ciudades, y que se use para protegerse de otros virus, cuando el coronavirus ya no exista con el alcance actual, y sobre todo de la contaminación», manifiesta el neumólogo. Entonces, el uso de las mascarillas ayuda a respirar menos contaminación.

Residencia de Mayores SPA de Felechosa. Las mascarillas, un aliado con muchas ventajas frente a la gripe y otros virus. Recuperado y adaptado de

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I. El uso de las mascarillas ha traído ventajas y desventajas en la salud de las personas.

II. El uso de las mascarillas contra la Covid 19 está provocando o empeorando diversas afecciones cutáneas.

III. Las mascarillas han empeorado o propiciado la dermatitis atópica, la dermatitis de contacto o el acné.

IV. El uso de las mascarillas evita que las personas se enfermen de resfriados y catarros, contagiarse de gripe o alergias y de enfermedades como la tuberculosis.

V. El uso de las mascarillas protege del aire frío en otoño e invierno evitando que las personas se enfermen.

VI. El uso generalizado de mascarillas provoca un descenso importante en las afecciones respiratorias más comunes.

VII. La mascarilla filtra las partículas, lo cual evitará que se inhalen menos agentes contaminantes.

VIII. El uso de las mascarillas ayuda a que las personas respiren menos aire contaminado.

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