En estos días de gran lucha contra el enemigo exterior, que desde hace tres años se esfuerza por sojuzgar a nuestra patria (..]. Disturbios internos amenazan tener una fatal repercusión sobre la marcha futura de esta guerra pertinaz (..]. Por ello, de acuerdo con la Duma Imperial, estimamos actuar bien al abdicar la corona del Estado y al deponer el poder supremo.