El politólogo Alejandro Reyes afirma que Colombia ha vivido en estos treinta y cinco años un avance progresivo de la guerra interna, que creció desde la periferia hacia los centros de poder nacional. Al comienzo, los focos guerrilleros se hicieron presentes en espacios de colonización con muy poca presencia del Estado, donde impusieron un orden local y establecieron un impuesto de guerra a la agricultura y la ganadería, el petróleo, el narcotráfico y otras fuentes de riqueza. A partir de esta información se puede concluir que la guerrilla tuvo inicialmente como principal escenario zonas