En América y el Caribe, los conflictos del se vinculan históricamente a la “dialéctica de la del otro”: ese otro que puede ser indio, negro, mestizo, zambo, campesino, mujer o marginal urbano. Entendida en términos étnicos y , la negación del otro se remonta al período de descubrimiento, conquista, y evangelización, recorre la relación entre la metrópoli (España y Portugal) y la (América Latina y el Caribe). Pero no acaba allí, sino que se transfigura a lo largo de nuestra historia republicana y sus procesos de social y cultural. En este sentido, podemos decir que Iberoamérica está marcada desde sus orígenes por el problema multicultural, en la medida que la diferencia se constituye en el eje del , la disciplina y la