La biometría es una tecnología que se encarga de identificar a las personas a través de características físicas únicas, como la huella dactilar, el iris, la geometría de la cara, la voz, entre otras. Estas características son utilizadas para verificar la identidad de una persona de manera segura y confiable.
Por otro lado, los sistemas de autenticación de doble factor son mecanismos de seguridad que requieren dos formas distintas de verificación para acceder a una cuenta o sistema. Generalmente, consisten en algo que el usuario sabe (como una contraseña) y algo que el usuario posee (como un dispositivo móvil o una tarjeta física).
La combinación de la biometría y los sistemas de autenticación de doble factor proporciona una mayor seguridad en la identificación de las personas, ya que requiere no sólo algo que el usuario conoce y posee, sino también algo que es inherente a su propia persona y que es único. Esto disminuye en gran medida la posibilidad de suplantación de identidad y protege la información personal y confidencial de los usuarios.
