Conocer el valor propio y honrar el valor de los demás es la verdadera manera de ganar respeto. Respeto es el reconocimiento del
valor inherente y los derechos innatos de los individuos y de la sociedad. Estos deben ser reconocidos como el foco central para
lograr que las personas se comprometan con un propósito más elevado en la vida.
El respeto comienza en la propia persona. El estado original del respeto está basado en el reconocimiento del propio ser como una
entidad única, una fuerza vital interior, un ser espiritual, un alma. La conciencia elevada de saber “quién soy” surge desde un espacio
auténtico de valor puro. Con esta perspectiva, hay fe en el propio ser así como entereza e integridad en el interior. Con la
comprensión del propio ser se experimenta el verdadero autorrespeto.
Ambiente de respeto
El poder de discernir crea un ambiente de respeto, en el que se presta
atención a la calidad de las intenciones, actitudes, conductas,
pensamientos, palabras y acciones. En la medida que exista el poder de la
humildad en el respeto hacia el propio ser —y el discernimiento y la
sabiduría que permiten ser justo e imparcial con los demás— habrá éxito
en la forma de valorar la individualidad, apreciar la diversidad y tomar en
consideración la tarea en su totalidad. El equilibrio entre la humildad y el
autorrespeto da como resultado el servicio altruista, una actuación
honrosa desprovista de actitudes débiles tales como la arrogancia y la
estrechez mental. La arrogancia daña o destruye la autenticidad de los
demás y viola sus derechos fundamentales. Un temperamento así
perjudica también al transgresor. Por ejemplo, la tendencia a
impresionar, dominar, o limitar la libertad de los demás se manifiesta con
el propósito de imponerse en detrimento del valor interno, de la
dignidad y la paz mental. El respeto original se subordina a uno artificial.
¿Por qué cuesta respetar las diferencias?
Debe entender que los demás, al igual que usted, tienen una opinión propia sobre la vida, la cual es tan válida como su punto de
vista. Respétela.
Cada día se nota más en la sociedad la falta de tolerancia y de respeto para con los demás. Quizás las razones son inexplicables, pero
todos en algún momento han cruzado el límite de la cortesía y han agredido al otro. Algunas veces sin intención.
El respeto debe ser un valor, según los expertos, infundido desde la infancia, que al contrario de ser conceptual es un hábito que se
debe poner en práctica a diario. Aunque muchos recibieron la lección de sus padres, es cumplirlo con el prójimo, por eso siempre se
debe buscar conocer la opinión, pensamiento e ideas de los demás.
La pregunta es ¿Por qué cuesta respetar las diferencias? El principal motivo, de acuerdo con los especialistas en psicología, es
porque muchas veces las personas no logran tener el respeto hacia sí mismos, esto hace que sea imposible darlo a los demás. Otro
motivo es debido al egocentrismo que los acapara, en el que persistentemente desean que su posición sea primero, sin importar lo
que piensen o sientan los demás.
ACTIVIDAD:
1. Resumen del texto en el cuaderno.
2. Crear el glosario del texto de acuerdo a las palabras subrayadas.
3. Cree una imagen como la de esta hoja en la cual explique algunos elementos esenciales del respeto por la diferencia.