En el siguiente diálogo se perdieron las rayas que señalan quién habla en cada caso. ¿Puedes vol- ver a escribirlo? "Desde la sala del castillo llegaba, luminosa, la sonata del maestro. Entró en punta de pies para no distraer a Elizabeth. ¡Estabas aquí, amor! La voz sacó a Rudolf del ensueño. No te of llegar dijo la muchacha abrazándolo cariñosamente yo en cambio, solo he oído hablar de vos. En los ca- fés solo se habla de tu éxito. Te nombran rival de Mozart. ¡Qué tonteríal Ese niño es un genio. Tiene seis años y ya compone y ejecuta como un maes- tro replicó ella apoyando la frente sobre el pecho de su marido." ​