COMPRENSIÓN DE TEXTOS 1 En la madrugada del 17 de julio de 1992 un grupo de oficiales y personal de tropa incursionaron de manera violenta en la Universidad "Enrique Guzmán y Valle", más conocida como "La Cantuta". La finalidad: capturar a un profesor y nueve alumnos. El motivo: ser los presuntos autores del terrible atentado de la calle Tarata en Miraflores. Después de su ubicación y detención inmediata en presencia de varios testigos, fueron sacados de la Universidad y posteriormente ejecutados. Aproximadamente a las cuatro y quince minutos, después de hecha la detención se entrega a los capturados a un oficial de turno. Debido a que el tiempo apremiaba ante los primeros vestigios de la aurora, toman la carretera central con dirección a Lima, y en plena marcha, se ordenó a los integrantes del asalto militar ejecutar a todos los capturados. Inicialmente, en supuesto se coordinó para enterrarlos en un lugar a inmediaciones de la zona. Lo que se presume que el tiempo les jugó una mala pasada y al estar con el amanecer encima, cuando se encontraban a la altura de Huachipa, procedieron a deshacerse de los cuerpos. Lo más próximo son unas chacras en el descampado que queda al pie de la carretera Ramiro Prialé. Consumada la fechoría, luego se dirigieron a sus domicilios y dan cuenta a sus superiores. Al tomar dicho conocimiento, una de las autoridades ordena el 18 de julio al día siguiente del corriente a las 10 de la mañana, a través de tres oficiales más, que se disponga el traslado de los cadáveres en noche. Ello para ponerlos en un lugar más seguro y para evitar que sean encontrados por campesinos del lugar, ocasionando un escándalo. Consideramos que se debe esclarecer este horrendo suceso y en su momento pueda esclarecerse la verdad. Ojala la intención de este congreso de defender los Derechos Humanos, sea quien sea el involucrado, ayude a que se trate las investigaciones con mayor seriedad e imparcialidad posible. No pueda quedar impune un crimen de ninguna naturaleza; debe primar las garantías constitucionale