Respuesta:
Explicación:
Ejercicio físico regular: Realizar ejercicio físico regularmente beneficia al sistema cardiovascular al mejorar la circulación sanguínea, reducir la presión arterial y fortalecer el corazón. Además, el ejercicio también promueve la salud ósea y muscular, previene la pérdida de masa muscular y mejora la flexibilidad y la movilidad.
Alimentación balanceada: Consumir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables beneficia a múltiples sistemas del cuerpo. Por ejemplo, proporciona los nutrientes necesarios para el crecimiento y la reparación celular, fortalece el sistema inmunológico, regula el azúcar en sangre y reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes y la obesidad.
Gestión del estrés: Adoptar estrategias para manejar el estrés, como la meditación, el yoga, la respiración profunda y la práctica de hobbies relajantes, puede tener efectos positivos en el sistema nervioso y en la salud mental en general. Reducir el estrés puede disminuir la producción de hormonas del estrés, como el cortisol, y mejorar la calidad del sueño, lo que a su vez promueve un mejor funcionamiento del sistema inmunológico y cardiovascular.