sadaney2
contestada

En el comienzo era la oscuridad. Todo estaba sumido en las tinieblas. La
tierra era blanda y fría y nada crecía en ella. No había ni plantas, ni
animales, ni belleza. Todo era desolación.
No había hombres. Los únicos seres vivos sobre la tierra eran el dos
Nemequene, su mujer y su hijo. Nemequene quiso crear la vida y la belleza
sobre la faz de la tierra. Así, tomando un poco de barro blando y frio modeló las
figuras de los hombres y los animales. Trabajó muchos días en su obra, pero
los muñecos que hacía no tenían vida. No podían moverse ni respirar. Pasaron
años y más años, y todavía no había sobre la tierra más que Nemequene y su
familia.
Por último Nemquene llamó a su hijo y lo envió al cielo para que
iluminara la tierra. El hijo de Nemequene llegó al cielo y se convirtió en
Sua, el sol, para iluminar de pronto el mundo oscuro.
Los brillantes rayos de Sua iluminaron la tierra. El frio barro se calentó.
Comenzaron a crecer las hierbas, los árboles y las plantas. En donde antes había
habido desolación, hubo lozanía y verdor. Comenzó a correr el agua, formando
ríos y lagos.
Y el cálido sol puso la vida en los muñecos de barro que Nemequene había
hecho. Algunos de ellos se convirtieron en pájaros que volaron y anidaron en los
árboles de los bosques; otros se convirtieron en peces, que nadaron por las
aguas; otros se convirtieron en animales y otros en seres humanos.

Sin embargo, las gentes creadas por Nemequene no eran del todo felices, pues
la luz y el calor que Sua les proporcionaba les llegaban solamente algunas horas.
Cada noche mientras Sua descansaba, volvía a reinar la oscuridad. Entonces
las gentes acudieron a Nemequene y le pidieron ayuda.
Nemequene amaba a los seres que había creado y quería ayudarlos. De manera
que subió al cielo y se convirtió en Chia, la luna. Así compartió la tarea de iluminar
el mundo con su hijo Sua. Sua derramaba sus rayos de luz sobre la tierra de día,
y Chia de noche. Desde entonces, las gentes creadas por Nemequene quedaron
contentas y nunca olvidaron de darles las gracias.
Además celebraron fiestas en honor de Sua y de Chia y a veces dedicaban sus
hijos al sol y a la luna llamando a tales "SUACHIAS" antes de darles nombres
propios.
Así fue como se produjo la vida en el mundo, según lo recuerdan los chibchas,
es decir el pueblo de Nemequene.

sean amables y ayuden doy corona

En el comienzo era la oscuridad Todo estaba sumido en las tinieblas Latierra era blanda y fría y nada crecía en ella No había ni plantas nianimales ni belleza T class=

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