Fernanda, muy acongojada y con gestos temblorosos, le cuenta a Ricardo que por la mañana ha sido víctima de un robo en el microbús que la transportaba a la universidad: "¡No puede ser, es la segunda vez que me ocurre esto!". Ricardo, con mucha atención, la mira comprensiva, frunce el ceño y hace una mueca de indignación.