a) Subsidiariedad: Este principio implica que las responsabilidades deben ser asumidas por el nivel más bajo y cercano al ciudadano. Sin embargo, en este caso, el problema no radica en la distribución de responsabilidades entre diferentes niveles de gobierno, sino en la falta de coordinación entre entidades a nivel nacional y local. b) Concurrencia: Este principio se refiere a la coexistencia de competencias entre diferentes entidades, pero no aborda directamente la necesidad de coordinación para resolver la tensión entre el Ministerio de la Igualdad, las Secretarías de la Mujer y la Fiscalía General de la Nación. c) Buena fe: Aunque la buena fe es importante en las relaciones institucionales, no es suficiente para resolver tensiones operativas o de coordinación entre entidades gubernamentales. d) Legalidad: La legalidad se refiere al cumplimiento de las leyes y normativas vigentes, pero no ofrece una solución directa para resolver tensiones interinstitucionales.