Desde la platea, por sendos lados de proscenio, suben Él y Ella. Jóvenes, de aspecto optimista. Ambos per sonajes se sientan casi simultáneamente en el banco, ocupando cada uno un extremo. Mirarán ostensible y afectadamente hacia lados opuestos. Pausa.) El: Ella: Él: Ella: Él: Ella: Él: Ella: Él: Ella: Él: Ella: Él: Ella: Él: Elle: Él: Ella: Él: Ella: Él: Ella: El: (La mira a Ella; Ella tiene el rostro vuelto. El vuelve a su posición indiferente.) (Lo mira a Él; torna luego a su posición primera. Este juego se repite. Luego, giran lentamente la cabeza y quedan ambos mirando al frente.) (Sin mirarla a Ella.) El sol brilla hoy extraordinariamente. Brilla como si fuese nuevo. (Calla.) No recuerdo haber visto nunca un pasto tan verde. (Calla.) Verdaderamente no sé qué sucede hoy al paisaje. Tal vez lo ban pintado esta mañana. (Calla.) (Recoge del suelo una flor, al parecer una margarita. La deshoja, rítmica y ostensiblemente.) (Hace lo mismo.) (Recoge otra flor. Le da algunas vueltas entre pulgar e indice.) ¿Es suya esta flor, señorita? (Afectando indiferencia.) ¿Cuál? Oh, sí, se me había caído. Sirvase. Por nada del mundo quisiera privarla de ella.. (Gazmoñu.) Gracias. Es una bonita flor. Me encantan las flores. Hoy están más bellas que nunca. No me había fijado. Pero ahora que usted lo dice... Oh, sí. Y el sol. Y el aire. Y el pasto. Pero sobre todo el aire. Es cierto. ¿Le gustan a usted las nubes? Horriblemente. Oh, disculpe. No quise decir eso. Quise decir.... Sí, ya sé cómo pasa eso. Quiere uno decir una cosa y sale otra. Si te gusta una alguien o un alguien ¿actuarías de la misma manera? sustenta tu respuesta​

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