R Todo es mejor conviviendo en armonía osario y Paolo son dos hermanos que eran diferentes en todo. Ella gustaba de la lectura, pero le tenía miedo a la oscuridad. A él le gustaba el fútbol y disfrutaba asustando a su hermana. Cuando estaban juntos, discutían mucho, llegando a los gritos. Una mañana su mamá perdió la paciencia con ellos. "Váyanse juntos" les dijo "y traten de llevarse bien y ser amables uno con otro, y regresen a tiempo para la comida". A pesar de que no se soportaban, caminaron juntos. Sin darse cuenta, llegaron a un lugar montañoso. Ella dijo: "Paolo vámonos de aquí, este lugar me asusta". Él respondió: "Si quieres quédate, es tu problema! Yo seguiré explorando". De pronto, Paolo gritó "¡Rosario, ven acá!" Ella fue a su encuentro. "Mira" dijo él. "Una cueva. Ven, vamos, a ver qué hay del otro lado". "¡No! No sabemos qué peligros hay" dijo ella. "No seas tonta" dijo Paolo, "yo voy a entrar". Ella decidió esperar hasta que el hermano saliera de la cueva. Esperó y esperó, pero él no salía, y sus ojos se llenaron de lágrimas. ¿Qué podía hacer? No le quedó de otra que entrar a la cueva para buscar a su hermano. Aquel lugar era oscuro, húmedo y resbaladizo. Del otro lado, se encontró en medio de un bosque. No había ni rastros de su hermano. Empezó a temblar de miedo, quería regresarse, pero pensó: ¿qué sería de su hermano si ella se regresaba? Empezó a correr, y de pronto, frente a ella había una figura, inmóvil, como de piedra. "¡Oh, no!" gritó, "llegué demasiado tarde". Abrazó la figura fría que, poco a poco, empezó a cambiar haciéndose más suave y más tibia y empezó a moverse, jera Paolo! "¡Rosario! ¡Yo sabía que vendrías!" le dijo él y la abrazó fuertemente. Ella se limpió las lágrimas, se cogieron de la mano y corrieron de regreso a casa. Cuando estaban por llegar, Paolo se disculpó con Rosario por todas las malas acciones que habla tenido contra ella; Rosario sonrió y respondió: "está bien, hermanito, voy a hacer de cuenta que nada pasó. Tú también discúlpame y prométeme que a partir de hoy todo será diferente, yo te quiero mucho y hoy he descubierto lo importante que eres para mí, además mamá estará feliz de que nos llevemos bien". Paolo volvió a abrazarla diciendo: "gracias por ir a buscarme y demostrarme lo valiente que eres". Cuando llegaron a casa, mamá les dijo: "Los noto muy callados. ¿Está todo bien?" Rosario y Paolo solo sonrieron y disfrutaron el rico almuerzo que mamá les preparó y a partir de aquel día , aprendieron a convivir en armonía. cuál es el diptongo triptongo y hiato​