Respuesta:
a. Con base en la afirmación de que la eficiencia luminosa de una bombilla es del 2 al 3%, podemos inferir que el resto de la energía, es decir, aproximadamente el 97 al 98%, no se convierte en luz visible. Esta energía se disipa en forma de calor y se considera una pérdida de energía en el proceso de conversión.
b. Esta situación se explica con base en el principio de conservación de la energía, expresado por la frase "La energía no se crea, ni se destruye, sólo se transforma". Según este principio, la energía total en un sistema aislado se mantiene constante, pero puede transformarse de una forma a otra. En el caso de una bombilla, la energía eléctrica suministrada se transforma parcialmente en luz visible, pero también se transforma en calor debido a las resistencias y otros factores en el proceso de iluminación. Por lo tanto, la energía no se pierde, sino que se transforma en diferentes formas de energía, en este caso, principalmente en calor.