Me gustan las bibliotecas e gustan las bibliotecas, por eso una de mis diversiones favoritas es llegar a descu- brir los misterios de la ciudad de los libros. En la calle de las matemáticas, encuentro entre los libros escaleras de números que nunca dejan de sumarse. Me subo al caballo de la historia y, libro por libro, recorro los siglos con una espada en la mano. Me asomo a la calle de las ciencias y un sabio me dice, uno a uno, los nombres de todas las estrellas. Llego a la plaza de las enciclopedias, donde cientos y cientos de libros explican el mun- do materia por materia. Voy por los ríos de las ciencias naturales y reconozco el viento, el mar y los volcanes. Llego a la calle de los cuentos donde, entre magos y fantasmas, esperan escondidas las historias de miedo. Busco los colores, los sonidos, las canciones que viven en los libros de música, danza y pintura. En la sala de lectura, donde los niños leen cada uno en su idioma, pido los que me gustan, y me llevo compañeros que vienen a quedarse para siempre conmigo. Santirso, Liliana (1993). Me gustan las bibliotecas. Buenos Aires, Coquena.​