El Regalo del Corazón (cuento) Había una vez un pequeño pueblo enclavado entre montañas, donde vivía una madre llamada Elena. Elena era una mujer fuerte y amorosa, con ojos cansados pero llenos de ternura. Su hijo, Martín, era un joven rebelde y egoísta. A pesar de los consejos y cuidados de su madre, Martín no valoraba su amor incondicional. Cada día, Elena se levantaba temprano para preparar el desayuno y llevar a cabo las tareas del hogar. Martín, en cambio, pasaba sus dias en la plaza del pueblo, rodeado de amigos y distracciones. Ignoraba los ruegos de su madre para que ayudara en casa o estudiara. Un día, Elena comenzó a sentirse débil. Su sonrisa se volvió más frágil, y su cuerpo se encorvó por el peso de los años y las preocupaciones. Martin apenas notó el cambio en su madre. Continuó con su vida despreocupada, sin pensar en el sacrificio silencioso que ella hacía por él. Un médico visitó a Elena y le dio la noticia: tenía una enfermedad grave. El corazón de Elena estaba débil, y su tiempo en este mundo era limitado. Cuando Martín se enteró, sintió un nudo en la garganta. Por primera vez, miró a su madre con verdadera atención. Sus ojos se llenaron de lágrimas al verla luchar por respirar. Elena no se quejó ni pidió compasión. En cambio, continuo cuidando de Martín con amor inquebrantable. Le preparaba sus comidas favoritas, le cosía los botones de la camisa y le recordaba que estudiara para su futuro. Martín, por primera vez, comenzó a apreciar los pequeños gestos de su madre.
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