En 1922, el arqueólogo inglés Howard Carter en- contró en el Valle de los Reyes, en Egipto, la tumba del faraón Tutankhamón. Las primeras pistas las había en- contrado muchos años antes, en inscripciones y pintu- ras egipcias, pero le llevó muchos años ubicar el lugar, realizar las excavaciones y llegar hasta el sarcofago. Hoy, el cuerpo momificado del rey, que se estima que murió en el año 1335 a. C., a los 19 años, es sometido a tomo- grafias computadas y estudios de ADN para encontrar mucha más información sobre su vida, su muerte y su época (doc. 2). Tanto Carter, que a lomo de camello recorría el desierto de Egipto, como los científicos que hoy están analizando la momia en modernos laboratorios, tienen la misma profesión: son arqueólogos. resumen