Dos hombres se paseaban por el extenso predio de una importante universidad. Con su andar pausado y solemne llegaron hasta un lago poblado de cisnes, y comenzaron a rodearlo mientras conversaban animadamente. De pronto, un grito lacerante quebró el murmullo de las hojas y dispersó a los pájaros. A su derecha, en el centro del lago, un infortunado bañista agitaba sus brazos y clamaba a viva voz: "¡Socorro! ¡Sálvenme! ¡Me ahogo!" Uno de los paseantes, un técnico, comenzó a quitarse la ropa, mientras su compañero, un eminente investigador, observaba el drama estupefacto, con las manos en los profundos bolsillos de su guardapolvo. Aquel se arrojó al agua y, nadando vigorosamente, llegó hasta el sitio del accidente, rescató al sujeto y lo depositó en la orilla. Cuando se cercioró de que no había sufrido daños, volvió a sus prendas y retomó el diálogo con el científico. Dónde transcurre la escena del relato?