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Explicación:

El Neolítico en América presenta algunas diferencias significativas con respecto al Neolítico del Viejo Mundo. Aquí hay algunas de las diferencias más destacadas:

Momento de inicio: Mientras que en el Viejo Mundo el Neolítico comenzó alrededor del 10,000 a.C., en América este período comenzó más tarde, aproximadamente entre el 5,000 y el 2,000 a.C. Las fechas exactas pueden variar según la región específica de América.

Domesticación de plantas y animales: En el Viejo Mundo, la domesticación de plantas como el trigo, la cebada y el arroz, así como de animales como el ganado, las ovejas y los cerdos, fue un aspecto fundamental del Neolítico. En América, sin embargo, las especies domesticadas fueron diferentes, incluyendo maíz (o maíz), frijoles, calabazas, chiles y guajolote (pavo). También hubo algunas diferencias en el proceso de domesticación y en la duración del mismo.

Desarrollo de civilizaciones complejas: En el Viejo Mundo, el Neolítico dio lugar al surgimiento de civilizaciones complejas, como las de Mesopotamia, Egipto, el valle del Indo y China, que se caracterizaban por ciudades, agricultura intensiva, sistemas de escritura y formas avanzadas de organización social y política. En América, aunque hubo algunas civilizaciones avanzadas, como las de los olmecas, mayas, aztecas e incas, su desarrollo fue independiente y ocurrió en un momento posterior en comparación con las civilizaciones del Viejo Mundo.

Tecnología y herramientas: Si bien hubo cierta superposición en el tipo de tecnología y herramientas utilizadas en el Neolítico de ambos mundos, también hubo diferencias regionales significativas. Por ejemplo, las herramientas de piedra como las puntas de flecha, los cuchillos y las hachas se desarrollaron de manera independiente en América, con estilos y técnicas distintivos.

Sistemas agrícolas y prácticas culturales: Las prácticas agrícolas en América tendían a ser más diversas que en el Viejo Mundo, con técnicas como la milpa (cultivo de maíz, frijoles y calabaza juntos) siendo comunes en algunas regiones. Las prácticas culturales también variaban ampliamente entre diferentes grupos y regiones en América, reflejando la diversidad étnica y lingüística del continente.

En resumen, aunque el Neolítico en América y el Viejo Mundo comparten ciertas características, también presentan diferencias significativas en términos de tiempo de inicio, especies domesticadas, desarrollo de civilizaciones complejas, tecnología, sistemas agrícolas y prácticas culturales. Estas diferencias reflejan los contextos geográficos, ecológicos, culturales e históricos únicos de cada región.