El área de objetivo de una cámara se refiere al espacio que abarca la lente de la cámara y lo que esta puede capturar en un momento dado. El encuadre se refiere a cómo se componen los elementos dentro de ese área de objetivo para crear una imagen, decidiendo qué se incluye y cómo se distribuyen los elementos en el encuadre. El flash es una fuente de luz que se puede utilizar para iluminar la escena, especialmente en condiciones de poca luz, afectando así la exposición y la apariencia final de la imagen. En resumen, estas tres componentes están interrelacionadas en la captura de imágenes fotográficas, cada una desempeñando un papel crucial en el proceso creativo.