de la tradición Los matrimonios forzados, como práctica cultural de algunas comunidades indígenas son una forma de violencia de género que se justifica y perpetúa a través de los usos, tradiciones y costumbres. La resistencia es por tanto cultural y se ancla fuertemente en el imaginario colectivo del grupo como una tradición que da sentido y pertenencia a sus miembros. En este sentido, es en muchas tradiciones culturales –núcleo de la identidad colectiva donde las mujeres se enfrentan a violencias y discriminaciones que, en el marco de su cultura se refuerzan, normalizan, institucionalizan y reproducen de generación a generación. Esto obedece a una asimilación de la cultura como algo estático y previamente dado, por lo que las condiciones para que las mujeres gocen de autonomía y libertad se vuelven altamente complejas ya que en muchos de los casos el desafío de estas tradiciones implica, desde la perspectiva del grupo, el propio desafío a la cultura y, por tanto, a la misma identidad. [...] En el imaginario colectivo de las comunidades indígenas ser mujer significa ser madre y ser esposa, ese es su valor dentro de la comunidad y desde ahí se forman las estructuras sociales y las relaciones de poder; para ellas no existen otras opciones, desafiar su "naturaleza" significa desafiar a su comunidad y lo que para ellas constituye parte de su identidad, para ellas no existe la autonomía ni el derecho al libre desarrollo de la personalidad, aumentando esta experiencia de opresión cuando se trata de indígenas lesbianas o con alguna discapacidad. Ortega N (2019 mayo) Matrimonios forzados en comunidades mexicanas: ¿Cómo definirías el análisis de textos?