Subraya los Adjetive El nacimiento de Jesús En una pequeña aldea llamada Belén, rodeada de húmedos campos y tranquilos pastores, se desarrollaba un extraordinario evento. María, una joven pura y devota, se encontraba en estado de gravidez. Junto a ella, su esposo José, un hombre justo y trabajador. Un sabio decreto del emperador Augusto los había obligado a viajar desde su hogar en Nazaret hasta Belén para registrarse. Alojados en un humilde establo, debido a la multitud que había llegado a la ciudad, María experimentó los intensos dolores del parto. Rodeada de la silenciosa noche, dio a luz a un hermoso bebé. El niño, radiante e inocente, era el tan esperado Mesías, anunciado por profetas durante siglos. María lo envolvió en paños limpios y lo acostó en un sencillo pesebre, donde era alimentado por mansos animales. La noticia del milagroso nacimiento se extendió rápidamente. Unos ángeles celestiales se aparecieron a humildes pastores, anunciando la llegada del salvador del mundo. Llenos de inmensa alegría, los pastores acudieron al establo para adorar al pequeño Rey. Magos de tierras lejanas, guiados por una brillante estrella, también llegaron a Belén buscando al recién nacido rey. Ofrecieron valiosos regalos al niño: oro, incienso y mirra, símbolos de su realeza, divinidad y sufrimiento futuro. El nacimiento de Jesús, en un ambiente tan humilde y sencillo, marcó un punto crucial en la historia de la humanidad. El Hijo de Dios había llegado al mundo para traer paz, amor y salvación.
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