Esto podría dar a alguien la impresión de que, no bien nacemos, ya somos
insoportablemente ancianos. Pero es más decrépito el analfabeto (de origen o
de retorno) que padece de arterioesclerosis desde niño, y no recuerda (porque
no sabe) qué ocurrió en los idus de marzo (*). Naturalmente, también podría-
mos recordar mentiras, pero leer ayuda también a discriminar. No conociendo
las culpas de los demás, el analfabeto ni siquiera conoce los propios derechos.
El libro es un seguro de vida, una pequeña anticipación de inmortalidad. Hacia
atrás (¡ay!) más que hacia adelante. Pero no se puede tener todo y al instante.
¿con que relaciona la noción de decrepito?​