En mi trayecto me pesaba la ropa, mi alma y mi cuerpo se apreciaban a simple vista y la razón no es que mi indumentaria sea de color negro, sí bien soy negro pero nunca ha sido el tema central ni tampoco mi historia. Sentía tanta tranquilidad, trate de borrar el historial como se suele hacer cuando alguien navega por internet revisando sitios prohibidos que ante los ojos de los demás se avergonzaría, pero nada ha sido sencillo, el historial del alma no es fácil de manipular hay una contraseña muy extensa a simple vista, cada dígito representa un mundo empírico y este lema tiene su prólogo pero no tiene el si de la nota musical. El momento perfecto ha sido siempre la noche, por el simple hecho de que pasas desapercibido y crear esa conexión armónica tan perfecta como la obra "sonata claro de luna" pero en versión antípoda a lo que representa, el frío abrasador adormecido externamente la expresión humana, empero las últimas neuronas que se encontraban haciendo sinapsis aceleraron la conducción saltatoria, quizás ha sido, la alegría de estar vivo o hacia el infinito. Llegó una tormenta inesperada al igual que otras son las que le dan sentido a lo que llamamos vida, se llamaba un polvo de antaño, totalmente sexual también le dicen fe, la postura cínica no podía faltar cuando uno no sabe a donde ir, suele recorrer a la profanación de la cordura y el razonamiento …, sin más era un sueño de nunca acabar.