[1] Desde la época de los primeros pobladores, la agricultura se convirtió en la fuente por excelencia de sustento humano creciendo exponencialmente a través del tiempo y de esta manera proliferó como el medio por excelencia de comercio y alimento. (Blogspot, S. F) [2] El tema comprendido tiene como referencia la revolución verde y su impacto. La agricultura se convirtió en la fuente por excelencia del sustento humano, sin embargo, la producción mundial ha sufrido un sin número de cambios en los últimos años influidos por el uso de agroquímicos y fertilizantes. A mediados del siglo XX surgió un aumento en la producción agrícola y este superó el aumento actual que se tenía de población, a esto se le llamó "revolución verde". [3] Así pues, la Revolución Verde, tal como la conocemos, está dando síntomas de haber llegado al final de su ciclo. Dado el problema de la escasez cada vez mayor de agua, y dado que las variedades de esta revolución están llegando al límite de su productividad, tendremos que hacer un esfuerzo sobrehumano para seguir aumentando productividades por otros medios, y salvaguardando la viabilidad ecológica de los ecosistemas agrarios y silvestres. La innovación tecnológica será clave en esta tarea, y dentro de ella habría que lograr una nueva revolución verde, entendiendo por tal nuevas maneras de aprovechar el potencial de los genomas vegetales para aumentar la producción de alimentos sin dañar el ambiente (FAO, 1996). Por ende, el problema es cómo lograr estos objetivos sin afectar más a los equilibrios ecológicos. La agricultura del futuro debe ser compatible con los ideales de la agricultura ecológicamente sostenible, pero con la idea de que para el año 2030 habrá que alimentar a más de 7000 millones de personas. [4] Por tanto la manera en que podemos retomar esta gran revolución actualmente es siguiendo las bases que están experimentando, al usar la biotecnología buscando así salvaguardar nuestros recursos y proteger el futuro productivo. Es nuestro deber tomar medidas dentro de lo que podam.