Juan y su mundo de barro
Juan P. (16 años) trabaja en una cortadera que funciona en la zona rural.
Desde hace tres meses, cubre el trabajo que realizaba su padre en la producción de
adobes, porque su padre se infectó de COVID 19 y actualmente quedó con secuelas en los
pulmones que le impiden hacer sobre esfuerzos.
En el lugar de trabajo hay un gran lodazal donde hacen el barro para los adobes. Se
observa la presencia de roedores, mosquitos, moscas y refiere que cuando oscurece
aparecen vinchucas.
Del agua de la acequia que usan para los adobes, se proveen para beber. La envasan en
botellas de plástico y la resguardan a la sombra para que este fresca.
Juan, que presenta una notable delgadez, manifiesta que actualmente es el sostén de
familia de su mamá, que está embarazada de seis meses, y de cinco hermanitos menores.
Que terminó la primaria y que no puede seguir estudiando porque tiene que trabajar.