YO NO LO MATÉ Dicen que yo lo maté. No entiendo a los vecinos. Primero querían que lo desaparezca y ahora me denuncian por maltrato. Usted sabe don Alfredo , que fue un perro callejero. Yo le dije a mi esposa, no le des comida porque se va acostumbrar, pero ella no me hizo caso. Ese día lo encontramos echado en la puerta de la casa, intentamos botarlo, pero el perro solamente se estiró; movió la cola y se acomodó a unos metros más de distancia. Mi esposa le dio un poco de agua. -Tiene sed -me dijo- pobre animal. El perro tomó desesperado y levantando la cabeza, la miraba a cada instante, como dándole las gracias, luego se alejó. Pero al siguiente día escuchamos unos golpes tenues en la puerta y al salir, otra vez ahí estaba el animal. -Mira, está bonito-dijo mi esposa es un perro tierno, no parece callejero, está limpio y se muestra educado. Era un pastor alemán de color negro. Su amor por los nimales la motivó a darle agua y también comida. Desde ese fue dificil botarlo porque el perro ubicó su lugar de reposo el jardín. Ahí pasaba la mayor parte del día durmiendo, o por las tardes jugaba con los niños. Era sorprendente o cómo alcanzaba la pelota, con una habilidad increíble pia de un arquero. Estas escenas llamaban la atención, no mente de mi esposa, sino de los vecinos que empezaron mirarlo. saron quince días y viendo mos adoptarlo y le pusimos el nombre de Boby. que nadie lo reclamaba,​

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