Enumerar las características propias del Nivel Inicial,periodo que abarca; experiencias educativas que se realizan; importancia del juego; formatos que pueden adquirir las propuestas de enseñanzas. -las secuencias didácticas
responder con esta parte y luego paso la otra
La Educación Inicial abarca el período de la vida comprendido entre
el nacimiento y el ingreso a la educación básica, constituyendo una
experiencia irrepetible en la historia personal y decisiva respecto del
logro de futuros aprendizajes y de trayectorias escolares completas.
El Nivel Inicial recupera saberes previos de los alumnos y se com-
promete en la promoción de conocimientos que se profundizarán a lo
largo de la trayectoria escolar básica constituyendo la sala de 5 años el
primer escalón de los 10 años de escolaridad obligatoria. Es un nivel
que presenta clara intencionalidad pedagógica brindando una forma-
ción integral que abarca los aspectos sociales, afectivo-emocionales,
cognitivos, motrices y expresivos. Estos se encuentran entrelazados,
conformando subjetividades que se manifiestan en modos personales
de ser, hacer, pensar y sentir. Por ello presenta características propias
en las estrategias escolares que se diferencian notablemente de los
niveles posteriores. Los chicos de esta edad encuentran oportunidad
de realizar experiencias educativas en un ambiente flexible tanto en la
disposición y uso de espacios como en la organización de tiempos y
agrupamiento de los alumnos.
El juego en el Nivel Inicial orienta la acción educativa promoviendo
la interacción entre lo individual y lo social, entre lo subjetivo y lo
objetivado. Sin embargo, no todos los niños juegan de la misma ma-
nera y tampoco a los mismos juegos dado que son sujetos sociales
portadores de una historia social culturalmente construida. En este
sentido son los propios niños los que marcan los rasgos comunes del
juego que siempre supone desafío, la idea de incertidumbre, la inten-
ción y el placer de jugar concretando un espacio de creación y resolu-
ción de problemas. La variación del juego está fuertemente condicio-
nada por la pertenencia social, por la experiencia y condiciones de
vida (a qué y cómo se juega).
Si entendemos el juego como un producto de la cultura podemos
afirmar que a jugar se aprende y en este sentido se recupera el valor
intrínseco que tiene para el desarrollo de las posibilidades representa-
tivas, de la imaginación, de la comunicación y de la comprensión de la
realidad. Desde la perspectiva de la enseñanza, es importante su pre-
sencia en las actividades del jardín a través de sus distintos formatos:
juego simbólico o dramático, juegos tradicionales, juegos de construc-
ción, juegos matemáticos y otros, que se desarrollan en el espacio de
la sala y en espacios abiertos.
Respecto del lugar del juego en la escuela se dan en la actualidad
discusiones controvertidas que polarizan posturas, desde aquellas que
dan continuidad a cierta tradición del nivel de utilizarlo como recurso
pedagógico creando situaciones artificiales que lo desvirtúan, hasta
posiciones que lo excluyen de las aulas a partir de la definición de los
contenidos de enseñanza, al interpretar que el juego es un compo-
nente disociado de las estrategias didácticas.