24.- Lee el siguiente texto:
La leyenda del Pehuén
Hace mucho tiempo el pueblo Pelenche vivia cerca de los bosques de
pehuenes o araucarias. Ellos se reunian bajo
los peluenes para reza, hacer
ofrendas y colgar regalos en sus ramas, pero no
cosechaban sus frutos, pensando
que era venenosos y no se podian comer. Un
año, el invierno fue may crado y
duró mucho tiempo. La gente se habia quedado
sin recursos: los rios estaban
congelados, los pájaros habian
emigrado y los árboles esperaban la primavers. La
tierra estaba completamente cubierta de nieve.
Muchos de los pehuenches
resistian el hambre, pero
los niños y los ancianos se estaban muriendo.
Nguenechen, el Dios
creador, no escuchaba las plegarias. También él parecia
dormido.
Entonces, el Lonko, el jefe de la comunidad, decidió que los jóvenes partieran
en
busca de alimento
por todas las regiones vecinas.
Entre los que partieron habia un muchacho que empezó a recorrer una región de
montañas
arenosas y áridas, barridas sin tregua por el viento. Un dia, regresaba
hambriento y muerto
de frio, con las manos vacias y la vergüenza de no haber
encontrado
nada para llevar a casa.
Repentinamente, un anciano desconocido se puso a su lado. Caminaron juntos
un
buen
rato y el muchacho le habló de su tribu, de los niños, los enfermos y de
los ancianos a los que, tal vez, ya no volvería a ver cuándo regresars. El viejo lo
miró con extrañera y le preguntó: ¿No son suficientemente buenos para ustedes
los piñones? Cuando caen del pehuén ya están maduros, y con una sola piña se
alimenta a una
familia entera.
El muchacho le contestó que siempre habian creido que Nguenechen prohibía
comerlos por ser venenosos y que, además, eran muy duros. Entonces el viejo le
explicó que era necesario hervir los piñones en mucha agua o tostarlos al fuego.
Apenas le hubo dado estas indicaciones, el anciano se alejó y el joven volvió a
encontrarse solo.
El jefe escuchó atentamente al joven; se quedó un rato en silencio y finalmente
dijo: Ese viejo no puede ser otro que Nguenechen, que bajó otra vez para
salvarnos. Vamos, no desdeñemos este regalo que nos hace
La tribu entera participó de los preparativos de la comida. Muchos salieron a
buscar más piñones; se acarred el agua y se encendió el fuego. Después tostaron,
birvieron y comieron los piñones que habían recogido. Fue una fiesta inolvidable.
Se dice que, desde ese día, los mapuches que viven junto al árbol del pehuén y
que se llaman a si mismos pehuenches, nunca más pasaron hambre y esperan que
munca tan precioso árbol les sea arrebatado.
¿Cómo voy?
Tiempo 1º lectura:
Responde las siguientes preguntas:
1- ¿Qué tipo de texto es?
2.- ¿Cuál es el propósito de este texto?
(a) Narrar la historia del árbol del Pehuén.
b) Informar sobre el árbol Pehuén.
c) Expresar sentimientos hacia un árbol.
d) Dar instrucciones para regar los árboles.
3.- Según el texto, ¿para qué se reunían el pueblo Pehuenche, bajo
los pehuenes?
a) Para comer sus frutos.
b) Para rezar y hacer ofrendas.
c) Para sacar sus ramas.
d) Para adorarlo.
4.- ¿Quién era el anciano que le dio las indicaciones al joven?
a) Era un anciano malvado.
b) Era el Lonko, jefe de la comunidad.
c) Era un joven disfrazado de anciano.
d) Era Nguenechen, el Dios creador.
5.- Finalmente, ¿por qué se estaba muriendo de hambre el pueblo
pehuenche?
a) Porque no sabían que podían alimentarse con los piñones del
Pehuén.
b) Porque no rezaban lo suficiente al dios creador.
c) Porque cometieron muchas faltas y Nguenechen no les quería dar
alimento.
d) Porque el Lonko no les permitía comer de los frutos del Pehuén.
6.- ¿Qué significa la frase "no desdeñemos este regalo"?
a) No tomemos este regalo.
b) No busquemos este regalo.
c) No despreciemos este regalo.
d) No demos este regalo.
Tiempo 2º Lectura:
50.