Para averiguar la profundidad de un pozo, un niño deja caer una moneda y al mismo tiempo activa su cronómetro, el cual detiene justamente al escuchar el golpe de la moneda contra el agua. Su lectura fue de 2.5 segundos. Sabiendo que la rapidez del sonido en el aire es 340 m/s, calcular la profundidad del pozo.