Situados en el llamado «período griego de la filosofía, nos encontramos con
SOCRATES,
quien se plantea el ámbito de lo humano. Su objeto de estudio será
el hombre. El afán del filósofo será indagar y descubrir lo que es el hombre y lo
que conviene a su
naturaleza, haciéndolo diferente de los demás seres.
Indudablemente para este pensador, el hombre es un problema de conocimiento.
Por eso la base de la búsqueda filosófica en Sócrates es el «Conócete a ti mismo».
El camino que elige Sócrates para llegar al conocimiento del ser humano, es el
razonamiento propio del esfuerzo personal que se desempeña en el interior de
cada uno de nosotros: es lo que se denomina introspección. Este método
consiste en adentrarse en sí mismo en búsqueda de aquello específicamente
humano.
Por otra parte, considera que existen normas universales y absolutas que rigen
los razonamientos y actitudes de los seres humanos, no todo razonamiento es
correcto y cualquier actitud no es igualmente válida, «El actuar y el Pensar
están relacionados, es decir, el que actúa mal es porque ignora, porque
desconoce lo que necesita para ser feliz, así se demuestra que la virtud es un
conocimiento de lo racionalmente válido en el ser humano. Entonces, tenemos
que para Sócrates el hombre sabio es virtuoso, porque la virtud es consecuencia
del conocimiento