En otro tiempo, hace mucho, cuando Dios había terminado la creación del mundo, quiso dejar al hombre una chispa de su ser, una promesa de lo podría llegar a ser, si lo quería con todas sus fuerzas. Busco un sitio donde esconder esa chispa divina, porque pensaba que lo que el hombre encuentra muy fácilmente no lo aprecia en su justo valor. "Entonces tienes que esconder la chispa divina en la cima más alta mundo", le dijo uno de sus consejeros.Dios movió la cabeza. "No, porque el hombre es un ser