MANUEL EL ARRIERO

De los muchos oficios que ejerció Manuel en su juventud, quizás sea el de arriero del que guarda un mejor recuerdo. Se levantaba muy tempranito, a las cinco de la madrugada, y antes de despuntar el día ya estaba con sus tres mulas en el remate de monte o de carbón, dispuesto a cargarlas y regresar al pueblo. Hace algún tiempo, me contó que Andrés y Donato eran por aquel entonces en el pueblo los intermediarios del carbón y de las varas para los tomateros, y siempre le estaba