¡Ay! ¡Qué disparate! ¡Se mató un tomate! ¿Quieren que les cuente? Se arrojó en la fuente sobre la ensalada recién preparada. Su vestido rojo, todo descocido, cayó haciendo arrugas al mar de lechugas. Su amigo el zapallo corrió como un rayo pidiendo de urgencia por una asistencia. Vino el doctor Ajo y remedios le trajo. Llamó a la carrera a Sal, la enfermera. Después de secarlo quisieron salvarlo, pero no hubo caso: jestaba en pedazos! Preparo el entierro in egencie Los Puerros" y fue mucha gente