"Solo sé que no sé nada" fueron las palabras de un reconocido filósofo. En esta época, desde el enfoque epistemológico, se reflexiona sobre cómo se produce el conocimiento, cuándo un saber es válido y por qué en algún momento deja de serlo, sobre la importancia de reconocer que el saber es una producción y no una verdad determinante y sobre los límites que tienen las teorías y las hipótesis.