Con la Constitución de 1886 en Colombia se instauró el modelo político presidencialista y centralista, por el cual todas las leyes y las decisiones debían pasar primero por la aprobación del presidente y de las autoridades centrales. Esta propuesta política limitó en parte el desarrollo económico y político del país, porque:

1. las entidades centrales favorecieron a ciertas ciudades y regiones

2. las decisiones desconocían en ocasiones la situación social de los departamentos
3. los únicos beneficiarios eran las autoridades de las entidades descentralizadas

4. Los planes nacionales implicaban la inversión de grandes presupuestos​