una cuadra antes, cuando una paloma le ensuciaron la solapa del saco azul, el oso viligra supo que iba a ser otro día dificil. ahora levanto la vista al pedazo de cielo plamizo que el enjambre de edificios deja de ver y maldice por lo bajo. A su suerte, a peralta, a las palomas, a la vida, a dios. después sigue caminando hasta la esquina mientras, con un pañuelo sucio que encuentra en un bolsillo del pantalón, intenta limpiarse la solapa, pero solo consigo un encastre peor, una condecoración entre verde y amarilla construida con mugre de pájaro y mocos viejos

a) escriban todos los artículos que encuentre​