Respuesta :

Silencio se tuvo que ir de la casa de Raquel en la novela "El espejo africano" porque su presencia se había convertido en un recordatorio constante del pasado doloroso y traumático de Raquel.

Silencio, siendo el hijo de Raquel y el resultado de una violación, representaba el vínculo con el trauma y el dolor que Raquel había experimentado. A medida que Raquel intentaba reconstruir su vida y superar su pasado, la presencia de Silencio se convirtió en un obstáculo para su recuperación.

Además, la relación entre Raquel y Silencio era complicada, y su presencia en la casa generaba tensión y conflictos. Raquel sentía una mezcla de emociones hacia Silencio, incluyendo culpa, vergüenza y amor, lo que hacía difícil para ella cuidar de él de manera adecuada.

En ese contexto, la decisión de que Silencio se fuera de la casa de Raquel fue una medida necesaria para permitir que ambos pudieran sanar y seguir adelante con sus vidas.