FLORA
EN GALÁPAGOS
En
este archipiélago existen 220 especies de plantas endémicas, 399 nativas y 119
introducidas; esta flora fue transportada por los vientos, el mar, el hombre o
bien por las propias aves que emigraron desde el continente llevando en sus
plumas, patas y picos algunas semillas y esporas que pudieron germinar en el
suelo insular, modificando, con el transcurrir del tiempo, su propia estructura
y fisiología como resultado de su aclimatación al nuevo medio de vida. Debido a
estas adaptaciones algunas especies de las islas son únicas en el mundo, y
muchas son similares a las del continente americano.
Todas estas especies, lo mismo que las zoológicas, han
realizado el proceso de "adaptación al ambiente" como lo demostró
Darwin.
En las islas mayores de Galápagos se han establecido cuatro
zonas ecológicas: del litoral, baja o seca, de transición y húmeda. En la
primera se encuentra especies como arrayancillo, mangle como el rojo, jelí y
blanco y monte salado. En la segunda zona crecen el cactus, palo santo,
algarrobo, manzanillo, chala, y muyuyo.
En la zona de transcisión se presentan árboles de
mayor altura, platas epifitas y hierbas perennes. Entre las variedades más
conocidas están la uña de gato y la espuela de gallo. Y en la parte húmeda
existe el cogojo, guayabillo, uña de gato, cafetillo, pasiflora y algunos tipos
de musgo, helechos y hongos. La flora abarca un total de 932 especies, 7
maderables y 925 no maderables.