Respuesta :

Respuesta:

Objetivo del trabajo y aclaraciones conceptuales previas

La interculturalidad, sobre todo concretada como educación intercultural, está de moda. Pero es

algo más que una moda, porque responde a una realidad y a una intención decisiva. A la realidad

de que las sociedades modernas, los estados, son cada vez más multiculturales, pues a las

pluralidades que albergan históricamente se les están añadiendo constantemente las de los

nuevos movimientos migratorios. Ya la intención -es lo fundamental- de tratar esa realidad de

modo diferente a como ha sido tratada en general en el pasado: no desde el etnocentrismo del

grupo dominante(1), sino desde el respeto e incluso la empatía entre los grupos culturales

diversos.

Ahora bien, podemos preguntamos, ¿cuál es la razón de este cambio de actitud?, ¿por qué debe

imponerse la perspectiva del respeto y la empatía frente a la perspectiva del asimilacionismo y la

correspondiente unificación cultural de los estados, que hasta hace muy poco se ha justificado con

contundencia?, ¿cómo se concretaría una propuesta de interculturalidad que no respondiera a

razones estratégicas -a relaciones de fuerza entre los grupos- sino a razones morales? Son éstas las

preguntas que van a guiar esta reflexión. Esto es, pretendo situarme en el nivel de la

fundamentación de la interculturalidad. Y la tesis básica que trataré de probar a este respecto es la

siguiente: la interculturalidad es un objetivo a apoyar porque realizada adecuadamente es la

mejor expresión concreta -en contextos pluriétnicos- de la realización de los derechos culturales

que tenemos y de los correspondientes deberes.

Antes de avanzar en la especificación y argumentación de la tesis conviene, de todos modos, hacer

una serie de aclaraciones conceptuales. Conviene, para empezar, precisar el significado de

interculturalidad distinguiéndolo de dos conceptos próximos, el de multiculturalismo y el de

mestizaje, ya la vez relacionándolo con ellos(2).

En el multiculturalismo la palabra clave es respeto. Desde el reconocimiento del derecho a ser

diferentes se pide respeto entre los diversos colectivos culturales, que se mantienen

relativamente separados. Para que ese respeto sea efectivo se pide además que no sea

meramente formal, esto es, que se concrete en la igualación de las oportunidades sociales de

dichos colectivos. Lo que puede exigir políticas específicas de igualación en las circunstancias de

elección (educación, salud, etc.) cuando esa igualación no se da debido a fenómenos pasados o

presentes de dominación. Aparte de ello, en el multiculturalismo como tal no se favorecen de

modo explícito e intenso canales de comunicación entre culturas, aunque inevitablemente existan.

Respuesta:

Pará tener una verdadera culturalidad con las personas es la ÉTICA

Otras preguntas