El sistema circulatorio de un lobo -al igual que todos los mamíferos- es un sistema completo, cerrado y con dos circuitos de circulación (doble).
El sistema circulatorio corresponde a un conjunto de órganos capaces de bombear y transportar la sangre a todo el organismo. Este sistema se encarga del transporte de sustancias disueltas en la sangre -como nutrientes y desechos metabólicos- además de gases como el O₂ y CO₂.
En los mamíferos, el sistema circulatorio esta formado por un corazón con cuatro cavidades y un sistema de distribución dado por los vasos sanguíneos, arterias, venas y vasos capilares. Es completo, cerrado y doble, siendo el sistema más complejo, pero eficiente:
La circulación de los lobos corresponde a este tipo de sistema circulatorio, al ser una especie perteneciente a la clase mamífero (mammalia).